Hoy comparto una anécdota del escritor argentino reflejada en el libro Julio Cortázar . Clases de literatura en Berkeley .
¨ En 1980 y a pedido de su viejo amigo Pepe Durant accedió ir a University of California, Berkeley, para enseñar ( él lo escribía entre signos de interrogación ¿enseñar? ). El ofrecimiento tenía ¨condiciones excelentes para trabajar poco y leer mucho¨ cerca de San Francisco, ciudad que lo fascinaba, y es cierto que aprovechó para escribir: tenemos constancia de que ahí mecanografió de una sentada ¨Botella al mar. Epílogo a un cuento ¨ . En cuanto a ¨ trabajar poco ¨ , no parece que fuera así : además de dictar dos conferencias daba clases de dos a cuatro de la tarde y recibía a los alumnos en el Departamento de Español y Portugués los lunes y los viernes de nueve y media hasta el mediodía. En resumen, y como le escribió en una carta a Lucille Kerr: ¨estas actividades me fatigan mucho, porque yo no tengo nada de profesor y mis encuentros con estudiantes me producen siempre una considerable tensión ¨ ( nadie lo diría ) ¨.
Fragmento tomado del libro Julio Cortázar . Clases de literatura en Berkeley, 1980 ( Alfaguara, 2013 )
Interesante anécdota de un invitado ilustre
Así mismo. Gracias por comentar y un abrazo desde el trópico. 🙌🙋♀️
Otro desde la Península Ibérica 🙂
Supongo que lo exasperaba no poder concentrarse en su propia creación.
Veo que estas releyendo las Cronicas Marcianas. Solo a Bradbury se le pudo ocurrir la maravillosa locura de un entrañable encuentro entre un marciano y un mexicano existentes a mil años de distancia en un mismo tiempo y espacio. Un abrazo.
Gracias, Mònica por comentar. Bradbury no deja de sorprenderme cada vez que lo releo. Un abrazo 😘